Una veintena de predios se evaluaron antes de llegar al Huerto La Marquesa de Leyda (Quinta Región), que cautivó a los empresarios que iniciaban este proyecto olivícola. Maravillados con las características de este valle emergente, decidieron apostar por este poco explotado rincón de Chile, iniciando así la plantación de las primeras 100 hectáreas en 2006. Se completaron 205 hectáreas en total y una capacidad para producir 2 millones de kilos de olivas al año. Desde la primera cosecha en 2008, la producción se caracterizó por una marcada concentración de aromas y sabores gracias al clima fresco y la lenta maduración de las olivas.
A fines de 2008 se comenzó a plantar el segundo campo, El Cerrillo, en Pumanque (Sexta Región). En una zona de clima mediterráneo muy marcado, con muchas horas de luz, este huerto tiene 190 hectáreas plantadas, y una capacidad para producir 700 mil litros anuales.
El Cerrillo posee una almazara de alta tecnología, que permite procesar en el mismo campo todas las variedades que ahí se producen y cosechan, característica fundamental para la producción de aceite de oliva extra virgen. La tecnología para la extracción del aceite es tan importante como los factores de clima, suelo o variedades plantadas.
Paulatinamente, el centro operativo de la empresa se trasladó en su totalidad a este huerto, desde donde hoy abastecemos al creciente mercado nacional e internacional.
El aceite de oliva extra virgen DELEYDA, de calidad premium, es un producto 100% natural, sin adhesión de colorantes ni preservantes durante su elaboración.
Se obtiene con un sistema de extracción por centrifugación de tres fases, tras una cosecha manual y mecánica de las olivas. El rápido procesamiento de la fruta, sumado al estricto control de proceso y guarda, son claves en la alta calidad del aceite DELEYDA.
Una de las características de nuestro aceite es la complejidad aromática que logramos gracias a la mezcla de diferentes variedades de olivas. Para eso, hemos seleccionado especies de distinta procedencia, que aportan aromas, sabores, picor y amargor según sus características propias.
Variedad española de fruto pequeño y ovalado. Se obtiene un aceite aromático, muy herbáceo, de sabor a manzana y muy dulce. Poco picante y amargo.
Variedad española de fruto pequeño. De la molienda de este fruto se obtiene un aceite con frutado a plátano. Estable, de picor y amargo muy ligero.
Variedad italiana, de gran contenido de polifenoles, se obtiene un aceite herbáceo, muy aromático y bravo.
Variedad italiana, su fruto es de tamaño medio y ovalado. Su aceite es muy frutado, con notas herbáceas y frutales, tonos verdosos. Muy estable, ya que es rico en polifenoles (antioxidantes). Picor muy característico de la variedad, y amargo menos pronunciado.
Variedad griega. Se obtiene un aceite estable, y con aromas muy herbáceos y verdes.
Variedad italiana. Su fruto es muy grande, el aceite obtenido es bastante amargo y con sabor a hierba verde.